martes, 2 de abril de 2013



 
 
 
El Fondo Montario Internacional

Su creación y sus objetivos                  


El Fondo Monetario Internacional (FMI) se creó, junto con el Banco Mundial, en la conferencia de Bretton Woods en los EUA en 1944. El objetivo de esa conferencia fue establecer nuevos reglamentos para la economía global. Los 43 países reunidos en Bretton Woods formaron el FMI con el objetivo principal de promover la estabilidad monetaria y el comercio internacional. Para cumplir con este objetivo, se le otorgaron dos estrategias, uno regulador y el otro crediticio. El FMI se creó para 1) mantener un nuevo sistema de tipos de cambio fijos, bajo el cual cada moneda nacional tendría un valor fijo con relación al oro y al dólar estadounidense, y 2) promover la estabilidad macroeconómica mediante préstamos de corto plazo a países con problemas de balanzas de pagos. Durante los 25 años siguientes, el sistema funcionó relativamente bien y la economía mundial creció a un paso seguro.

Su fase neoliberal

Creditos FMI pendientes de reembolso
En 1971, EUA devaluó su moneda, el dólar, y el sistema monetario internacional entró en crisis. El sistema de tipos de cambio fijos, establecido en Bretton Woods, se rompió, y desde entonces, los tipos de cambio han sido variables, es decir, sus valores son determinados solamente por el mercado. Con este cambio en el sistema monetario, el FMI ya no podía cumplir con su función original de mantener los tipos de cambio, y empezó a cambiar su enfoque.

En los años 80, cuando llegó la crisis de la deuda de los países del Sur, el FMI colaboró con el Banco Mundial para imponerles las políticas de ajuste estructural (PAE). Las dos instituciones obligaron a los países endeudados a devaluar sus monedas, reducir sus subsidios para alimentos básicos, elevar las tasas de interés, reducir sus regulaciones de la inversión, reducir o eliminar servicios públicos, bajar sus aranceles, y reducir sus presupuestos, todo con el objetivo de reorientar las economías de los países hacia la exportación. Estas políticas dañan a las personas más vulnerables. Por ejemplo, el FMI obligó al gobierno de Tanzania a cobrar por consultas en hospitales y por aceptar niños a las escuelas. Como consecuencia, las consultas en los hospitales cayeron en un 53% y la tasa de analfabetismo creció de forma dramática. Durante los años 70, el Fondo hizo muchos más préstamos que antes, añadiendo a los que antes otorgaba otros a mediano y largo plazo, y empezó también a distinguir entres países más y menos pobres y a ofrecerles diferentes tipos de préstamos. Fue durante esta década que empezó a dispararse la deuda externa de los países pobres del mundo (vea el gráfico).

Durante la década de los 90, el FMI continuó sus políticas, a pesar de sus consecuencias desastrosas durante los años anteriores. Respondió a una serie de crisis financieras en México, Asia del Este, Rusia, Brasil, y Corea del Sur con las mismas estrategias fracasadas. Continuó imponiendo políticas de ajuste estructural a los países en crisis, las cuales no solamente provocaron catástrofes sociales, sino que empeoraron las mismas crisis que pretendían combatir.

¿Quién controla el FMI?

 

Control de votos en la Junta Ejecutiva del FMI


El FMI nunca fue creado para ser una institución democrática. Los EUA, a través de sus representantes en Bretton Woods, impusieron en las nuevas instituciones un sistema de ‘un dólar, un voto,’ en que los países miembros tendrían un número de votos proporcional a la cantidad de dinero que aportaran. Los EUA manejan el 17% de los votos totales del FMI, muchos más que cualquier otro país. El resto del Grupo de 7 (Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá), controla otro 28%. Y los demás 177 miembros del Fondo, entre todos, tienen los 55% restantes. Porque el hacer cambios significativos en las políticas del FMI requiere una "super-mayoria" del 85%, los EUA son el único país que controla suficientes votos para tener un veto sobre las decisiones de la institución. Además, los representantes de los países ricos en el FMI responden a intereses muy estrechos en sus países-principalmente los sectores empresariales y financieros. El FMI no está abierto a la participación pública ni siquiera de los ciudadanos de los países ricos, mucho menos de los de los países en desarrollo.

 

 

 

 

 

 

 

El FMI nunca fue creado para ser una institución democrática. Los EUA, a través de sus representantes en Bretton Woods, impusieron en las nuevas instituciones un sistema de ‘un dólar, un voto,’ en que los países miembros tendrían un número de votos proporcional a la cantidad de dinero que aportaran. Los EUA manejan el 17% de los votos totales del FMI, muchos más que cualquier otro país. El resto del Grupo de 7 (Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá), controla otro 28%. Y los demás 177 miembros del Fondo, entre todos, tienen los 55% restantes. Porque el hacer cambios significativos en las políticas del FMI requiere una "super-mayoria" del 85%, los EUA son el único país que controla suficientes votos para tener un veto sobre las decisiones de la institución. Además, los representantes de los países ricos en el FMI responden a intereses muy estrechos en sus países-principalmente los sectores empresariales y financieros. El FMI no está abierto a la participación pública ni siquiera de los ciudadanos de los países ricos, mucho menos de los de los países en desarrollo.

El FMI en el futuro


Como las otras insituciones neoliberales, el FMI está recibiendo cada vez más críticas. Una crítica principal es sobre la ideología del FMI, que aplica una prescripción casi idéntica, y poco eficaz, a países cuyas circunstancias económicas son muy diferentes, sin prestar atención a esas diferencias. Otra es que las condiciones que impone sobre los países que reciben sus fondos degeneran soberanía de éstos, pues transfieren las decisiones económicas desde la capital nacional a la sede del FMI en Washington. También se critica la estructura gubernamental del Fondo, que da un poder desigual a los países ricos y excluye las voces de los países más afectados por sus políticas. Otra más es que siempre ha hecho caso omiso de las consecuencias sociales de sus políticas, sobre todo para la gente más pobre, las mujeres y los niños. Y finalmente, en muchos casos, por ejemplo las crisis de México en 1995, Asia del Este en 1997, y Rusia en 1998, se critica al FMI por sus respuestas a esas situaciones, logrando empeorarlas seriamente y ayudando a que las crisis financieras se convirtieran en crisis sociales y económicas catastróficas.

Fuentes:


  • Observatorio de la Deuda en la Globalización (http://www.debtwatch.org/cast/observatorios/ifis/)
  • Ellwood, Wayne. The No-Nonsense Guide to Globalization. New Internationalist Books, United Kingdom, 2002.
  • The IMF and the World Bank-The Facts.’ New Internationalist, Num. 365, marzo 2004. (http://www.newint.org/issue365/facts.htm)
  • Frequently Asked Questions About the IMF and the World Bank.’ 50 Years is Enough Network. (http://www.50years.org/factsheets/FAQ-FactSheet_3.9.04.pdf)
  • Background to the Bretton Woods Institutions.’ The Bretton Woods Project. http://www.brettonwoodsproject.org/background/index.shtml
  • The IMF.’ The Guardian. http://www.guardian.co.uk/globalisation/story/0,7369,548410,00.html

 

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